Desvaneciendome
Ella era realmente hermosa, la más hermosa de toda la escuela, y no solamente me refiero a su belleza física, su belleza surgía desde muy adentro de su corazón, amaba la vida y no se rendía fácilmente, muchos le envidiaban, pero al final nadie podía mas que quererla. Un día sin embargo, alguien dijo algo, alguien a quien ella quería mucho, el no se dio cuenta de lo que dijo, ni siquiera fue algo malo, solo una palabra suelta sin cuidado, una palabra nacida de un acto inconciente, sin carga alguna de maldad. Pero quedo gravada permanentemente en la conciencia de ella, el al siguiente minuto olvido aquella palabra, pero ella no. Meses después esa palabra insignificante había tomado un tamaño descomunal y surgió accidentalmente de otro hecho fortuito, un café con las amigas, una platica como cualquier otra, un americano acompañado de una crepa con nutella, y de repente un asco intenso, de momento nada grave ni de consideración, pero los vómitos se hicieron más y más comune...