El Templo del Tigre
Por algún tiempo fui asiduo lector de los comics, entre los que leía por aquel entonces estaba el de Conan, cuyos relatos se basaban en la obra Robert Howard, de los cuales encontré un par el la biblioteca de uno de mis tíos mientras buscaba obras de Lovecraft, este relato lo escribí por aquella época, hace poco lo encontré en un cuaderno olvidado, pero no podría decir que es completamente original, pues esta basado en algún relato que leí por aquellos tiempos.
En Plena era Hyboriana, un grupo de hombres encadenados son arrastrados por las ardientes arenas del desierto, son custodiados muy de cerca por grandes mujeres montadas en vigorosos y atemorizantes felinos, entre los prisioneros se encuentra un gigante bárbaro, proveniente de las heladas tierras del norte conocidas como cimeria, hasta hace unos días era el capitán de un navío pirata que surcaba las costas de Aquilonia arrasando con todas las naves comerciales que tenían la desgracia de cruzarse en su camino, una terrible tormenta les sorprendió, después de varios días de luchar contra la tempestad, el barco se estrello contra unos arrecifes en tierra desconocida, el cimeriano al despertar solo encontró trozos de madera y un par de cadáveres como compañía, adentrándose a tierra firme en busca de agua se encontró sorprendido por la extraña caravana de mujeres felino y su cargamento de prisioneros, sin armas y demasiado débil para luchar fue presa fácil para aquellas amazonas.
Después de varios días de caminar en medio de aquel infierno, con raciones ínfimas de alimento y agua, descansos mínimos, solo un puñado de prisioneros llego al destino elegido por sus captoras. Dentro de aquella ciudad solo se ve mujeres y más mujeres, a no ser por el y sus compañeros no hay un solo hombre en aquel lugar, sus malencaradas captoras les permitieron descansar dentro de oscuras celdas, días después les dieron armas, se enfrentarían entre ellos, el que sobreviviera seria recompensado y pasaría a formar parte del séquito de la reina. Así, aquellas amazonas se aseguraban una descendencia con las mejores guerreras. A la hora del combate, todas las amazonas estaban reunidas en aquella arena que pronto se teñirá con la sangre de aquellos hombres. El cimeriano que había permanecido en silencio desde su captura profirió en un gruñido una amenaza a todas aquellas mujeres, en especial a la reina que sentada a la sombra palco custodiada por dos enormes tigres, le miraba impasible, un gruñido más fue proferido para Crom su dios antes de empezar el combate, sabia muy bien que solo asegurando la victoria tendría una oportunidad de salir de aquel lugar.
Uno de los hombres se abalanzo sobre el gigante de bronce en un ataque furioso y torpe, la espada del bárbaro le arranco la cabeza antes de que pudiera terminar su grito de guerra, los demás hombres en secreta alianza intentaron atacarle a la vez, sin embargo todos fueron recibidos por el sediento acero del bárbaro, al final solo quedo uno, este hombre de piel oscura provenía de las oscuras tierras de sur más allá de Vendhya en la costa negra. La batalla fue intensa, pero a pesar de ser un hábil guerrero y experto en el manejo de la lanza aquel hombre de piel oscura no tuvo oportunidad ante la furia de Conan. La reina amazona observo con deleite aquella terrible batalla, y se sintió satisfecha con el resultado.
Después de ser preparado Conan fue conducido a las habitaciones de la reina
—Ven bárbaro, tus habilidades me han demostrado que eres capas de engendrar grandes princesas guerreras para la gloria de Z'Harr Hr'ann
—Tal vez perra, pero primero es necesario que te me antojes y tú estas muy lejos de eso.
—Tu insolencia es terrible, aun para un salvaje como tú
—Desatame malnacida, para destruir tu ciudad piedra por piedra
—Eres un guerrero hasta los huesos, aprecio eso, porque aunque soy reina, tambien soy guerrera, y es ser la más poderosa de Z'Harr Hr'ann no me quita mis habilidades de mujer.
Al decir esto la reina se pone de frente a Conan, mostrando su magnifica figura, Conan no contesta, solo entrecierra los ojos y sonríe con suavidad, "quitame este maldito yugo mujer" gruñe al fin, "y veremos si entre tú y yo podemos hacer una o dos princesas amazonas", El cimeriano le demuestra a la reina que no solo es hábil en el manejo de la espada, aquella batalla se extiende por toda la noche.
A la mañana siguiente, encadenado nuevamente, Conan es conducido al Templo del Tigre, donde la reina celebra la liberación de su pueblo danzando frente al vencido dios Dorgna'ath. Hace cientos de años aquel pueblo era regido por hombres que adoraban y temían al dios-bestia Dorgna'ath, mitad hombre, mitad tigre, ante el cual eran sacrificadas núbiles vírgenes, jóvenes mujeres que la bestia poseía y después devoraba, hasta que un día desesperadas las mujeres rogaron dolorosamente a la diosa Kilil que les liberara de tan terrible destino, la diosa les escucho y tomando forma humana se ofrecio ella misma para el sacrificio ritual, cuando la bestia solazaba su apetito carnal, ella le lanzo un hechizo que durmió al temible dios, encadenandolo, cuando despertó e intentaba escapar la diosa le convirtió en piedra, y le dijo a las mujeres de aquel lugar que expulsaran a todos los hombres y que se convirtieran en guerreras.
Mientras la reina danzaba frente al temible dios convertido en piedra, Conan logra liberarse de sus ataduras tomando por sorpresa a una amazona que le custodiaba, quitandole la espada y matándola con la misma, antes de que las demás amazonas lo advirtieran Conan se acerca al dios-tigre, pues los ojos de este son dos esmeraldas gigantes que le podrían facilitar un nuevo navío para continuar sus saqueos en la costa de Viyalet, cuando con ayuda de su espada retira las gemas, el dios despierta con una furia contenida por incontables eones que ha estado preso en esa jaula de piedra, Conan apenas puede esquivar el primer ataque del dios, y arremete con la fuerza de un toro, pero la espada se hace pedazos contra la piel de la bestia, como el más barato de los vidrios, el dios sin embargo esta segado y sus ataques son esquivados, el dios aúlla con una rabia que retumba por kilómetros, golpeando todo a su alrededor, derribando las columnas de aquel templo como si de arena se tratara, el templo empieza a derrumbarse con estruendos, y toneladas de piedras caen sobre las amazonas, la reina es alcanzada por las garras del dios que le rebanan el cuello sin dificultad alguna, Conan huye de aquel templo que se derrumba sobre el dios-bestia, y tomando un caballo de las amazonas sale de la ciudad en salvaje galope, tras de el solo se percibe el estruendo de edificios cayendo, al llegar a una colina Conan detiene a la bestia exhausta por la carrera, al voltear no puede evitar quedar sorprendido, porque donde se alzaba la ciudad de las amazonas con sus torres y altares felinos, ahora solo hay pasto silvestre y colinas hasta donde su aguda vista alcanza a ver, sin embargo las grandes esmeraldas que sostiene con fuerza le dicen que todo aquello fue real. En las joyerías de Shadizar le pagaran muy bien por aquel precioso par.
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