ya casi, ya casi, aguanta un poquito más

«¡Carajo! Estoy cansado. Necesito
morirme siquiera una semana.
»

La intencion era continuar sin interrupciones con la Autonecrología de Sabines, hasta el final (muy a tiempo recupere el libro de Jaime Sabines), pero el tiempo se agota, no hay mucho futuro para este blog (en realidad el que desaparecerá es el autor, el blog tal vez dure un poco más). Hoy después de mucho darle vuelta al asunto me doy cuenta que no soy bueno mintiendo, ni siquiera mintiendome a mi mismo, al final, cuando todo pareciera "normal" (que palabra tan desagradable) me doy cuenta que mi actual realidad es una nata, es una nata que cubre el fango que es mi verdadera realidad (odio la nata, es de las cosas que pueden hacerme vomitar casi de inmediato)

Desde hace años (29 más o menos) he detestado la vida, mi vida, he buscado interesarme en cualquier cosa que pudiera llamar mi atención, muchas cosas pudieron llenarme de curiosidad, llenar mi mente de proyectos, metas, objetivos, algunas de estas cosas se convirtieron en cierto momento de mi vida en una especie de afición, nunca demasiado severa. Me interesé en un poco de todo, tal vez solo el arte, la ciencia y la tecnología pudieron valer un poco la pena.

Tendría 8 o 9 años cuando paso por primer vez en mi mente la idea de morir, imagine mil situaciones de lo más extraño que ocasionaban mi deceso, era la época de la ciencia ficción, de Asimov, Seagan, Lovecraft, Poe. Los mejores recuerdos son aquellos extraños sueños, inolvidables, que hacían que me despertara gritando y llorando, eran terribles, pero me proporcionaban cierto placer, cierta ilusión.

En la secundaria, lo que hasta ahora era una percepción bastante normal, común y cercana de la muerte, pareció a los demás algo sumamente extraño, algo que a todos les hacia temer, nunca nadie compartió esa secreta fascinación por la muerte.

Nada importante a pasado desde entonces, nada he logrado, nunca logre tener a nadie con la mínima confianza como para platicar y discutir de una buena forma de morir, en realidad nunca he tenido a nadie siquiera para platicar del clima de ayer, ningún proyecto se llevo a cabo, ningún sueño sobrevivió el amanecer, nunca destaque en nada (nunca fue mi intención destacar en nada) nadie nunca volteo a verme, nadie nunca necesito de nada de mi.

Hoy al dejar de fingir, al ver que sigo siendo yo, que nunca nada ni nadie me intereso, y mucho menos nunca le interese a nada ni a nadie, estoy harto, hasta la madre del "Animo" que se escucha de esas sombras que interrumpen mi soledad ocasionalmente, de las estúpidas y poco originales "razones" y "consejos" para vivir y ser felices que cualquier personilla con alma de santo con falso interés, se acerca a embarrarme, no estoy a gusto con mi existencia, pero jamás he conocido a nadie a quien envidiarle la suya, en realidad soy mucho mas amargado de lo que yo mismo creo, en realidad tengo mas odio por todos del que yo mismo creo, y sobre todo estoy harto, harto, hasta la chingada de mis pinches pensamientos, sueños, etc. etc.

Por suerte el tiempo sigue avanzando, la fecha se acerca, es después de días como el de hoy cuando me digo, al mas puro estilo lobo estepario, "ya casi, ya casi, aguanta otro poquito, esto ya esta por terminar, pon algo de música y disfruta de los últimos versos del mal libro que es tu vida." Si tan solo no despertara nunca más..

Comentarios

29 años mintiendo ¿Qué tal aceptándote? Una idea más que se me ocurrió, una de tantas estupideces que uno suele decir como consejos.
Puravida dijo…
Quizás la vida te de una vuelta de tuerca, quizás para vos aún no esté todo dicho, quizás estos 29 años no fueron en vano.. quien sabe.
Pero rendirse no es la mejor opción, mi consejo es que sigas luchando por aquello que te hace feliz, que nunca dejes de hacerlo.

Besos y Abrazos!
Itaka dijo…
No sé que decir mas que: ¿Qué onda, que te pasa mendigo peloí no manches cállate!===?????

SSSssssssdsdasdas
Roberta Sparrow dijo…
Carajo!
Cuando el ánimo está así de pestilente cualquier cosa que se escriba es una molestia.
Nadie puede venir aquí y procurarte palabras de aliento, porque es más que obvio que sólo son una molestia.
No sé tú... pero creo que uno vive la vida que se procura.

Besos (si quieres, si no, ni pedo)
Victoria Alonso dijo…
¡Qué pasa, Alonso?
Estoy muy sorprendida sobre esto que leo. ¡Te desconozco! Al menos aparentas otra cosa.....
Bueno, allá tú y tus ondas, pero una cosa sí creo: VALES MUCHO LA DICHA DE COMPARTIR CONTIGO. No importa si son 29, 38 ó 53 los que se tienen.
"...ya casi, ya casi, esto está ya por terminar" según dices. Y por empezar algo nuevo, distinto ¿cuándo?
Te mando un abrazo
Margarita Alonso

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