Solsticio

Fotografía tomada del blog de Priss http://centrandoalmundo.blogspot.com

«si del cielo desea una estrella,
desde aquí se la alcanzo yo».
No desea una estrella del cielo»,
le responde una dulce voz,
«la más bella que existía»

La tarde no puede ser mas perfecta, la acelerada vida en esta ciudad oculta a la vista muchas cosas hermosas, pero el amor que siento las descubre, el nerviosismo lo puedo sentir, me sudan las manos, el corazón golpea insistentemente mi pecho, un hueco crece en mi estomago, el nerviosismo es mucho,

Aquella tarde llovió, observábamos la puesta del sol, como niña traviesa me arrastro a la azotea, donde los dos nos dejamos abrazar por la frescura de la lluvia y la luz rojiza, así mojados, nos dimos el primer beso, recuerdo la delicia de sus labios húmedos, el pelo pegado a su blanca piel, la deslumbrante sonrisa, nunca ningún hombre había presenciado tanta belleza. Poco después dejo de llover, la noche cubrió poco a poco el cielo, la Luna emergió seguida de miles de estrellas, acostados viendo el firmamento, como astrónomos aficionados empezamos a buscar las constelaciones, la estrella polar, la Osa menor, la Osa mayor, Orión, Leo, etc., El estar así, el poder admirar la belleza del universo juntos, me hizo ver que no podía existir nada mas perfecto, después de tanto tiempo por fin la había encontrado.

Con las ropas aun húmedas, y sintiendo un poco de frió, regresamos al departamento, con mirada cómplice en mutuo acuerdo, sellando con un profundo beso acordamos en silencio tomar un baño juntos, la ropa se deslizo lentamente de tu piel, que iluminaba con su extraordinaria belleza todo el lugar, en silencio tomo mi mano, me hizo seguirla a la tina que nos esperaba cubierta de blanca espuma, apague las luces, encendí varias velas, el ambiente se lleno de tu sombra que jugueteaba con las luces, multiplicándose. Dentro de la tina nos abrazamos, sintiendo cada centímetro de nuestra piel, besándonos suavemente, sin decir nada, solo dejando que nuestros sentidos se saciaran de aquel contacto bajo la tibieza del agua.

Momentos después abandonamos con cierta renuencia aquella tina, suavemente seco tu piel, recorro lentamente tu cuerpo desde los pies, hasta llegar a tu cabello, besando cada lugar, desde la ventana, el cielo nos observa, cuando nos abandonamos por completo al amor.

Al mirar el firmamento, y observar con detalle la gran belleza del universo, descubrir en la Luna, en las constelaciones, una grandeza inimaginable para la humanidad, es también el cielo la representación de todas las aspiraciones, los sueños más grandes.

Comentarios

:D... se antoja un baño.

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