Igual

En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días.
Sealtiel Alatriste

Me duele todo, y claro no es un dolor físico, es un dolor que sigue ahí, no crece, no se mueve, sigue igual, día tras día, nunca me abandona, pero al estar sólo, en mi cuarto, en las noches, en las calles atestadas de gente al ir o venir de la escuela, se hace más presente. Imaginaba que el estudiar de nuevo seria suficiente para distraerme e interesarme de nuevo en algo, lo que sea, ya paso una semana de clases y el interés en nada no regresa, aun no se nada de mis hijos, los extraño muchisimo, se que están bien, no me atrevo a buscarlos, no me atrevo a encontrarlos. No culpo a su mamá, el único responsable de mi situación y dolor soy yo, y dejo bien claro que soy responsable y no culpable, no hay culpa en mi, ese sentimiento no va conmigo, además la culpa no tiene ninguna función es el más inútil de los sentimientos. Pero no es por eso que me duele el alma, el dolor es más añejo aun, esta ahí desde que tengo memoria, es una soledad crónica, así como estoy en este momento, con ganas de gritar, de llorar, de abrazar a alguien, es así como he estado toda mi vida, soy extraño, me gusta ser así, no se si sea por eso que al fin de la jornada, después de los compañeros, de la familia, termino solo, añorando esa compañía que me haga sentir bien, alguien con quien no hagan falta palabras para entendernos, alguien que no me pregunte cuanto gane hoy, que no me diga que hay que lavar el baño, que hay que pagar las cuentas, que no hable conmigo solo cuando su computadora tenga necesidad de un mantenimiento o necesite entregar un trabajo en güord, no me malinterpreten, me gusta ayudar lo hago con gusto día con día. Se muy bien que si me he pasado a vida solo es porque yo así lo he querido, cuando estoy en el trabajo, con los parientes, en la escuela, me pongo la mascara de "estoy bien" "estoy contento" pero la realidad no es así, lo hago por que es molesto que te estén preguntando "¿Qué tienes?" "¿Estás bien?" etc., si les digo que estoy bien, si sonrió paso desapercibido, ya no me preguntaran, ya no sentirán lastima por mi, ya no será necesario fingir interés en mi. A fin de cuentas con o sin preguntas al llegar a casa, será como a sido siempre, nada cambiara el interés en la vida seguirá disminuyendo.

Comentarios

Puravida dijo…
Entiendo a que te referis. A mi me suele suceder igual. Para mi familia, amigos y conocidos creo una máscara, pongo mi mejor cara y hago como que todo está bien porque no quiero que me pregunten que es lo que me pasa, ni que se preocupen.
A veces siento que no lo voy a poder disimular más, pero hago un esfuerzo, respiro hondo y sigo adelante.

Saludos!
Licenciada dijo…
dele tiempo al tiempo

Entradas más populares de este blog

Los Cuervos bien criados

Somos polvo de estrellas

Coleccionistas -José Saramago-