Der Antichrist

Fluch auf das Christentum

Prologo

Este libro pertenece a los menos. Tal vez no viva aún ninguno de ellos. Es posible que sean los que comprendan mi Zaratustra. ¿Cómo iba a permitirme ser confundido con aquellos a quienes ya hoy se les presta oídos? Sólo el pasado mañana me pertenece. Algunos nacen póstumos.

Las condiciones en las que se me comprende, y entonces se me comprende por necesidad, las conozco con demaciada exactitud. Es preciso ser honrado con hasta la dureza en las cosas del espiritu simplemente para soportar mi seriedad, mi pasion Es preciso estar entrenado en vivir en las montañas, en ver por debajo de uno mismo la mezquina charlatanería actual de la política y el egoísmo de los pueblos. Es preciso haberse vuelto indiferente, es preciso no preguntar nunca si la verdad es útil, si se convierte en destino para uno... Una preferencia de la fuerza por cuestiones que hoy nadie tiene el valor de plantearse; el valor de lo prohibido; la predestinación al laberinto.Una experiencia formada por siete soledades. Oídos nuevos para una música nueva. Ojos nuevos para lo más lejano. Una conciencia nueva para las verdades que hasta ahora han permanecido mudas. Y la voluntad de una economía de gran estilo: guardar reunida la fuerza de uno mismo, su entusiasmo... El respeto a sí mismo, el amor a sí mismo; la libertad incondicional frente a sí mismo...

¡Pues bien! Sólo éstos son mis lectores, mis lectores apropiados, mis lectores predestinados: ¿qué importa el resto? El resto no es más que la humanidad. Es preciso ser superior a la humanidad por medio de la fuerza y de la altura del alma; por medio del desprecio...

Friedrich Nietzsche

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