Eudemonología

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Eudemonología (también eudaimonología < griego ευδαίμων ['feliz'] + λόγος ['tratado']). Término acuñado por SchopenhauerParerga und Paralipomena, 1851— para designar el estudio o teoría de la vida feliz para el hombre en

la medida de sus posibilidades.

Es menester destacar, no obstante, que la noción de vida feliz, entendida dentro del estricto contexto del sistema schopenhaueriano, no está

exenta de un cierto carácter contradictorio. En efecto:

[...] la eudemonología [Eudämonologie] debe comenzar enseñando que su nombre mismo es un eufemismo y que por 'vivir feliz' [glücklich leben] debe entenderse solamente 'menos desgraciado' [weniger unglücklich], vale decir, vivir tolerablemente [erträglich leben]. (Parerga y paralipómena, "Aforismos sobre la sabiduría de la vida", V. A, 1)

El fundamento de este aserto lo brinda Schopenhauer en su obra capital cuando sostiene que "el sufrir [das Leiden] es esencial a la vida" (El mundo como voluntad y representación, I. iv, § 57), idea ésta que lleva hasta sus últimas consecuencias al considerar que "hay sólo un error innato: el de que existimos [dasind] para ser felices" (Ibid., II. iv, 49). Según lo expuesto, entonces, la noción schopenhaueriana de eudemonología no apunta a una felicidad en sentido absoluto sino que, antes bien, se refiere a suerte de sabiduría práctica (Lebensweisheit) y, en tal sentido, es asimilable a las doctrinas desarrolladas por los moralistas franceses.

Por lo demás, y ya en un sentido más amplio, puede decirse que las consideraciones

eudemonológicas son tan antiguas como la filosofía misma. Tan es así que, por ejemplo, Platón pone en boca de Sócrates la idea de que "una vida no examinada no es digna de ser vivida" (Apología, 38a7). La ética aristotélica, por su parte, considera que el fin último del hombre es alcanzar la felicidad (ευδαιμονία) mediante el ejercicio de una vida contemplativa (βίος θεωρητικός). También las éticas del período helenístico reservan un lugar destacado para las especulaciones eudemonológicas.

Comentarios

Agridulce dijo…
muy interesante... no sabía que existía tal estudio y hay algo en lo que estoy de acuerdo: no creo que la felicidad sea un estado absoluto, más bien es una cuestión práctica y de reflexión de cada cosa que pasa en la vida. He dicho

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