Si yo fuera...
Autor: Manuel Álvarez Bravo
Aquel era un pequeño pueblo maderero, perdido entre la profundidad de la sierra y el olvido, y llamarle pueblo era decir mucho, habitado por un puñado de gentes, unas cuantas casa y el aserradero. Ahí un día cualquiera, de un mes cualquiera en un año cualquiera sucedio esta historia, la fecha no tiene importancia, todos los dias eran exactamente iguales a los demas, nada extraordinario había pasado jamás.
Maria Concepción se dirija presurosa a la misa de las 7, jamás en sus 15 años de vida llegaba tarde a la pequeña capilla en el centro del caserío, aquella ocación sucedio algo extraordinario, se quedo dormida un poco mas de lo acostumbrado, y es que la noche anterior trabajo hasta tarde en casa de la patrona, la Señora Maria Hernández, esposa del dueño del Aserradero, el Señor Juan Martínez, quien ultimaba los preparativos de la grandiosa fiesta de quince años de una de sus hijas, Maria de la Luz, que en unos cuantos días se llevaría a cabo, todo indicaba que aquella fiesta seria tan magnifica como la mismisima fiesta del pueblo.
"Si yo fuera Maria Remedio " se dijo para si —ella segurito ya llego y esta sentadota en mi lugar, hasta delantito frente al padrecito—
Maria Remedio, al igual que Maria Concepción y Maria de la Luz, tenia 15 años, pero aventajaba por varios meses a la hija de Sr. Juan y por unos cuantos días a María Concepción, quien era su mejor amiga y competidora por las atenciones del joven padre que se prestaba a iniciar la misa, también trabajaba en casa de la Sra. María Hernández, era además, según contaban lo rumores hija ilegítima del Sr. Pedro Martínez, primo del Sr. Juan, era difícil de comprobar, despues de todo en aquel lugar con tan poca comunicación exterior, resultaba que todos al final eran parientes de todos.
"Si yo fuera María de Luz" dijo en callado suspiro —ella tiene toda la atención del padrecito—
María de la Luz se encontraba, al igual que todo el pueblo en ese momento, en la iglesia, pero a pesar de que buena parte del sermón estaba dirigido a ella, motivado por su cercano cumpleaños, su mente se encontraba muy lejos de ahí, unos días antes acompañaba a su papá a la capital del estado, lo que ahí vio, en unas pocas horas, le pareció increíble, jamás imagino que en el mundo existiera tanta gente, que hubiese tantos carros (en aquel lugar solo su papá y uno de sus tios tenían auto, sin contar los camiones y tractores del aserradero) al pasar junto a un moderno edificio le invadio un terror que pronto se convirtió en fascinación, no podía creer que aquello estuviese fabricado con vidrio, pensó con horror que podría quebrarse todo con solo un pequeño golpe. Pero lo que mas le desconcertó fue aquella platica que escucho mientras esperaba en el carro a que su papá terminara sus negocios. Una familia con una extraña forma de hablar se detuvo junto a ella por un momento, un señor y señora muy altos, acompañados por su hijo de 12 o 13 años, al que llamaban Rubencito, que se quejaba ruidosamente: "Ya vamos de este apestoso lugar", "Aquí no hay nada", "Estoy aburrido", "Regresemonos al DF", y quejas del mismo estilo, Ella, al escuchar estas palabras quedo absorta, ¿cómo era posible que aquel niño quisiera irse de aquel lugar? ¿cómo era posible que hubiese un lugar mejor y mas grande que este? ¿ese tal DF o México como todos le llamaban, podría ser mejor que aquel lugar?, quería salir y decirle a aquella familia que le llevaran con ellos, quería conocer y ver todo el mundo, su papá regreso poco despues y partieron de nuevo hacia aquel caserío enmedio de la nada.
"Si yo fuera Rubencito" pensó, mientras el padrecito decía —oremos todos por la felicidad de María de la Luz y por la de sus padres y hermanos—
Rubencito, agotado despues de berrear por horas, había conseguido al fin que sus padres regresaran a la capital, lejos de aquel apestoso lugar.
"Si yo fuera Vic" se dijo —sus papas lo llevaron de vacaciones a New York y no como los mios que me trajeron a este apestoso lugar lleno de nacos—
Alonso
Si yo fuera tu...
visitaría estos lugares.
Comentarios
Me gustó el final. Muy bueno....
Me dejó pensando . Bien por ti.
Saludos
M. Alonso