Más vale pajaro en mano...

La masturbación, tanto la masculina como la femenina, es la estimulación de los órganos genitales con el objeto de obtener placer sexual, pudiendo llegar o no al orgasmo. El verbo "masturbar" hace referencia a la práctica de la masturbación. Generalmente se entiende que se trata de una práctica sexual hacia uno mismo, aunque también se admite el uso del mismo verbo para la estimulación realizada sobre los genitales de otra persona con los mismos fines placenteros (como ocurre en la masturbación mutua).

La masturbación suele efectuarse con las manos o mediante el frotamiento de los genitales contra algún objeto adecuado. Cada día es más común el uso de los llamados "juguetes sexuales" para obtener este tipo de excitación.

Se atribuye a Sigmund Freud el descubrimiento de que la masturbación es algo común en la infancia. Pero tiene en su contra haber creído y mantenido hasta una edad avanzada que la masturbación adulta era la causa de una de las formas de neurosis conocidas por aquel entonces bajo el nombre de neurastenia, equivalente en la actualidad a la llamada fibromialgia o fatiga crónica.

Sin embargo, debemos más al conocimiento de la sexualidad humana en la actualidad a un coetáneo suyo: Havelock Ellis. Este autor no sólo señaló que la masturbación era común en los hombres, sino que también se trataba de una práctica habitual en las mujeres de todas las edades.

Articulo completo: http://es.wikipedia.org/wiki/Masturbacion


Transfusión de Eros

(del libro "Sobre un Sillón de Piel... Los Juegos" de Ivonne Cervantes Corte, muy recomendable ;) )

Las ráfagas esparcen el trabajo matinal del perfumista, quien transforma los residuos de la lluvia nocturna en fragancias. Los vapores entran serpenteando por mi ventana, se introducen por mis fosas nasales y producen imágenes de gardenias, cuando llegan a mi cabeza. En un instante, el cerebro elabora un afrodisiaco ocasional y emite la orden de despertar el resto del cuerpo con él. La sustancia resbala por la concavidad de mi nuca, se precipita por el túnel de las vértebras, sigue el surco de las nalgas y cae en el cuenco diminuto de mi clítoris; a su paso, los músculos y los nervios se desperezan. La vena del placer se dilata. Sin embargo, la intención de un orgasmo matutino se ve desplazada por la llamada perentoria de un estómago hambriento y caprichoso que también despierta: "Pan y leche, por lo menos", comunica al cerebro con un gruñido. Me sobo la panza y sonrío ante esta —otra— manifestación de la vida.

Retiro la manta que calienta mi desnudez y me visto. La mezclilla se pega a mis nalgas sudorosas, la entrepierna del pantalón amordaza mi sexo y roza mi burbuja, hinchada y palpitante. Mis pezones se rehúsan a declinar su erección bajo la camiseta. Una nueva acometida del estomago me hace agilizar los detalles. Tomo cinco nuevos pesos de la reserva, y salgo a comprar el desayuno.

En la calle, los destellos del sol se tornan violentos cuando me salpican los ojos desde el agua encharcada; me ciegan, mientras los vapores hediondos penetran hasta mi estómago. El bramido de una bestia al volante me hace torear la embestida. atravieso corriendo. Una multitud de rostros consternados sé que llevan tiempo esperando un camión que atenta contra el reloj checador... "Esta pinche crisis nos está cogiendo a todos", escucho al abrirme paso entre los peatones. En el puesto de periódicos se aposenta el futuro, y es de color sepia. El crujido de un celofán bajo mis pies me hace echar una mirada a la avenida. "A las calles ya se les quedó la imagen de tianguis dominguero", pienso. En la esquina, una ebullición de moscas se alimenta con la sangre de un perro que todavía respira. El semáforo en rojo marca el inicio del espectáculo: un payasito nalgón y desesperado, brinca entre pelotitas de colores; sobre la pintura blanca de su rostro moreno se dibujan surcos de sudor. "Su cráneo llora todo lo que sus ojos no pueden o deben..."

—Te mato el mono a puñaladas... — me sorprende una voz gélida que se diluye en el aire sofocante; después, sólo queda una risa de vidrio plasmada en el retrovisor de una camioneta que se va haciendo más pequeña conforme se aleja. La estocada verbal se suma al cúmulo de sensaciones inicuas que, ya en conjunto, me impiden ser impermeable a la agresión. Ahora, yo también sudo.

En la panaderia, el tendero me cobra como si me hiciera un favor; siempre tiene el mismo gesto de frustración a pesar de su juventud y de lo bien parecido que es. Aviento las monedas sobre el mostrador. Y regreso a casa.

Parada en el quicio de la puerta, en el cuarto que alquilo me parece más pequeño de lo que es y, además, extraño que ninguno de mis decorados hodonistas venga a rescatarme. Sin embargo, no hago conciencia de la muerte que me invade hasta que abro la bolsa del pan y el estómago se me repliega contra la columna. "Necesito una transfusión urgente."

Me desnudo. De bruces sobre la cama coloco una almohada entre mis piernas. El caballo blanco con el que solía jugar en la infancia me invita a dar un paseo. Lo monto. "No recordaba lo placentero que resulta la felpa de tus pelos en mi vulva." Mi clítoris despierta con el roce. Cabalgo. En la esquina de un resuello comienzan a danzar las imágenes: las calles se revisten con el alborozo de un carnaval... un perro me sirve de guía... los payasitos maman de los pechos turgentes de sus madres... el tendero se folla a una baguette y se vierte en un carton de leche. Cabalgo más de prisa. Presiono mi clítoris contra el lomo del animal. La sensación que se expande en mi cuerpo obliga la contracción de mis músculos. Hinco los talones en los costados del potro y emprendo la última cabalgada. Me precipito hacia un destello.

Todabia jadeante me asomo a la ventana. No hay gardenias ni ráfagas de aire, sólo el cabo de luz de un edificio gris y oscuro; pero el Sol, en su cenit, se derrama sobre él y me enseña un nido de pájaros construido en el hueco que dejó un ladrillo, vencido hace tiempo. Sonrío ante esta —otra— manifestación de vida.


Otros que "escriben" de lo igual

Comentarios

Unknown dijo…
Me encantan tus letras . . . sigue escribiendo, espero que ya lo hagas más seguido :)

Saludos, cuidate, besos !!!

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