Desilusión

La desilusión empieza incluso antes del objeto o situación que la provoca, es producto de la verdad, surge cuando te das cuenta que la felicidad no existe, es anhelar el futuro que nunca llega, como dice Schopenhauer la vida sería mejor si en lugar de empeñarnos en alcanzar la felicidad buscásemos la forma de sufrir menos,  así lo he comprobado yo, pero ahora todo es extraño, tal vez se debe a mi fuerte pesimismo, tal vez a que espero demasiado de lo que sea, pese a que la historia siempre se empeña en demostrarme lo contrario, pero ahora parece diferente, parece que todo va bien, tal vez podría cambiar la distancia, pero está entre mayor parece, más cerca de ti estoy. Aquel día me apresure en mi trabajo, normalmente no me importa salir tarde o temprano, pero esa vez era especial, nuestro primer aniversario, realice una llamada antes de salir del trabajo, ya no encontré a nadie, no importa, llegaría a nuestra cita, hace tanto no nos veíamos, extrañaba tu expresión, tus dedos crispados, tu delgadísima forma, jamás imagine tener una mujer tan hermosa, nunca lo hubiese imaginado siquiera, pero eres real lo he comprobado miles de veces, te he tocado, te he besado aun en más ocasiones, aquello parecía un sueño eterno, tú eres ese eterno sueño. Durante el largo camino a tu encuentro recordé la última vez que escuche tu voz, que sentí tus gritos en mis oídos, que sentí  tus uñas arañando mi piel, un éxtasis inimaginable, un placer que nunca imagine pudiera sentir un humano, mucho menos una persona como yo, incluso el solo recordarlo hacia estremecer todo mi ser, me enchina toda la piel de todo el cuerpo, se recrea todo aquel sentimiento, creo que hasta un suspiro involuntario salió de mi boca. El destino hizo que me encontrase con el que era tu esposo, en su mirada adivine que aun te buscaba en cada rostro, parecía que con tu partida había perdido él su vida, me ve un momento sin saber que soy yo quien le arrebato a la mujer que más amaba, me entrega un panfleto que tomo sin leer y con una sonrisa, me es imposible evitarlo ante tanta ironía. Al llegar a nuestro lugar secreto, te encuentro tal y como lo esperaba, con esa sonrisa eterna, lejos de toda mirada indiscreta, donde solo nuestro amor importa, nos quedamos en silencio en medio de una penumbra que poco a poco se torna en completa oscuridad, suelto tu mano un momento para encender una pequeña lámpara que apenas alumbra aquel pequeño lugar, finalmente te saludo mientras te beso, no se cuanto tiempo permanecemos así, sumergidos en aquella espesa penumbra, poco antes de partir limpio nuestro lugar, el tiempo que deje de visitarte ha sido aprovechado por las hierbas y polvo para cubrirlo todo, mientras limpio un apartado rincón descubro en el piso aquel cuchillo con el que te corte el cuello, junto al costal de sal que utilice para secar tu cuerpo, creo que debo deshacerme de ellos, ha pasado mucho tiempo y la policía al parecer se ha olvidado del caso, tu esposo no lo ha hecho, te sigue buscando como me lo demuestra aquel panfleto con tu fotografía, ahí donde aun tenias carne debajo de tu piel, donde aun tenias ojos que me miraron suplicantes cuando te degollaba, que desilusión se llevaría tu esposo al saber que su búsqueda es inútil, que jamás te va a encontrar, que toda su felicidad me la he robado que ahora yo soy quien sonríe.


¿Más ilusos?

Comentarios

Unknown dijo…
Me das mucho miedo aveces, creo que debería alejarme de ti jajaja es broma

Lo de que me das miedo no es broma
De repente se me olvida cuál era la palabra.

Entradas más populares de este blog

Los Cuervos bien criados

Somos polvo de estrellas

Libélula & Luna