El día

Amanecí sin ella.
Apenas si se mueve.
Recuerda.

(Mis ojos, mas delgados, la sueñan.)

¿Qué fácil es la ausencia?

En las hojas del tiempo
esa gota del día
resbala, tiembla.

Jaime Sabines

La soledad es buena, me gusta, estoy cómodo con ella, pero de pronto llega una soledad diferente una que duele, que lastima, que impide el pensamiento que abre heridas sobre las cicatrices, y es esa soledad de tenerte, de saber que estas conmigo, que nunca nos separamos, sin embargo nunca hemos podido estar juntos y no habrá forma alguna de recuperar el tiempo que no existe, tiempo, la perfecta medicina, el mas cruel enemigo, estas aquí, puedo oler tu piel, sentir tus labios, cobijarme en tu calor, pero eres etérea y mis brazos no logran atraparte, estas sentada junto a mi mientras tomo una taza más de café, pero no puedo verte, no puedo besarte, y tu te dedicas a destruir la perfecta espiral que me atrapa y me acerca más y más a ti, ahora la distancia es mayor, el dolor es punzante y persistente, interminables horas vagando por la zona no hacen más que incrementar mi desesperación, mis deseos de estar junto a ti, he renunciado al mundo en el cual nunca habite, para estar contigo, el precio es no tenerte.

Comentarios

Anónimo dijo…
La soledad es mi paradoja. Tan buena compañera y tan traidora a veces. Menos mal que nos queda la sensualidad.
Unknown dijo…
Tal vez si se pueda recuperar el tiempo xD y lo sabes, ¿no?

Entradas más populares de este blog

Los Cuervos bien criados

Somos polvo de estrellas

Libélula & Luna